Teatro del Navegante apuesta siempre por lo que nos toca de lleno. Lo que nos mueve o en otros casos, lo que nos paraliza.

Desde el estigma que, todavía hoy, crea los problemas de salud mental, la obra nos retrotrae a uno de los personajes más estigmatizados de la historia: Juana I de Castilla. Imaginemos su vida 500 años después, imaginemos su encierro 500 años después, imaginemos su desesperación 500 años después. Comprobaremos que el tiempo no pasa por todos de la misma manera. El estigma sigue haciendo mella en las personas que luchan contra lo que su propia mente les niega.

Colabora: ASAPME -Asociación Aragonesa Pro salud Mental-

Hanna, ingresa en Infinitum, un centro de tratamientos holísticos para recuperarse del duelo de la muerte de su marido. Creativa, culta, una mujer bien posicionada, madre de seis hijos, y heredera de una gran empresa.

Se encuentra en una encrucijada emocional, que espera solucionar con este ingreso voluntario. Poco a poco su inestabilidad emocional, se verá agravada durante su estancia. No entiende por qué. Tiene todo a su alcance, pero aun así no consigue recuperarse. Salvador, el terapeuta que la acompaña, sirve a su vez de consejero e inevitablemente de carcelero.

Mentiras, traiciones y luchas de poder han estado tan presentes en su vida que ha sido incapaz de verlas. Testimonios de personas que han pasado por lo mismo le hacen sentir que no está sola y que hay solución a su dolencia. Un giro inesperado pondrá en peligro lo que ella esperaba que fuese una pronta recuperación.