Inés asiste al velatorio de Pilar, quien decide dejarle su casa en herencia sin haberla conocido nunca y sin avisar a Leo, su nieta.
Juntas descubrirán un pasado que no conocían, abriendo viejas heridas familiares que se remontan hasta la niñez de la propia Pilar durante los últimos meses de la Guerra Civil y su juventud en la Sección Femenina.
¿Cuánto pesan las herencias emocionales, esas que nadie reclama, pero que adolecen a generaciones? No sólo el proceso de escribir a Pilar, nuestra protagonista, sino también mis propias memorias de las historias que me contaba mi abuela me acompañaron durante todo el proceso de escritura. Su” Yo: Ver, oír, y callar”, tantas veces dicho a mi madre, mis hermanas y a mí, es algo que, aunque no me pertenece directamente, sigue vivo a través de mí.
Herencias similares acompañan a los cuatro personajes de esta obra. Pilar, una anciana que sólo es capaz de enfrentarse a la vida en su propio velatorio. Marisol, que huye para encontrar un lugar donde librarse de la culpa. Leo, que viaja por el mundo escapando del deseo de tener un hogar. Inés, quien, en su obsesión por indagar en el pasado, espera entenderse a sí misma.
En realidad, todas ellas buscan ese lugar que imaginan. Algunos lo llamamos libertad. Otros lo llamaron Francia.
Autora: Elisabeth Larena
Dirección: Elisabeth Larena
Escenografía: Fernando Bernués
Diseño sonido: Eduardo Soriano
Diseño iluminación: Pablo Fernández
Vestuario: Ana Turrillas
Música: Eduardo Soriano
Produción: Contraproducións
Elenco artístico:
María Galiana
Nieve de Medina
Ledicia Sola
Alicia Armenteros
Disponibilidad